jueves, 4 de abril de 2013

Aragón tiene alrededor de dos centenares de pueblos abandonados

Aunque no hay datos oficiales, el número de localidades deshabitadas podría rondar las 200. El INE solo contabilizaba en 2012 67 pueblos deshabitados y más de 300 núcleos diseminados vacíos.

s difícil, casi imposible, cuantificar el número de pueblos abandonados que duermen, ya sin actividad, en la mayoría de los rincones de la geografía aragonesa. No existe ninguna estadística oficial que transforme en datos precisos el problema de la despoblación, que sigue robando vida al medio rural y ya ha vaciado decenas y decenas de localidades en toda la Comunidad. Según los últimos datos delInstituto Nacional de Estadística, en Aragón están deshabitadas 67 entidades singulares -pueblos que forman parte de un municipio mayor- y más de 300 diseminadas -conjunto de casas dispersas que no forman un núcleo-, aunque el paso del tiempo y el olvido han borrado de este listado el nombre de numerosas poblaciones que sufrieron la despoblación hace ya muchos años.

Sin embargo, otras estadísticas no oficiales sitúan entorno a los dos centenares los pueblos abandonados aragoneses. El diputado de CHA en las Cortes, Gregorio Briz, respaldaba esta cifra hace menos de un año, cuando el pleno pidió al Gobierno autonómico que elabore y actualice el inventario de localidades deshabitadas. Por otro lado, un informe de la DGA contabilizaba hace más de una década alrededor de medio centenar de pueblos sin vida solo en tres comarcas -Ribagorza, Sobrarbe y Jacetania-, un número que podría haber crecido en los últimos años y que demuestra que estas estimaciones no son descabelladas. 

También hacen pensar en una cifra similar los diferentes listados elaborados por particulares interesados en este tema. Cristian Laglera, un aragonés que 'colecciona' pueblos abandonados en su página web, ha contabilizado, documentado y fotografiado hasta 175 en la provincia de Huesca, la más afectada por este problema. En la provincia de Teruel, según un reciente estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Valencia, la despoblación ha vaciado 27 pueblos en los últimos 75 años, sobre todo en las comarcas de Gúdar-Javalambre, Sierra de Albarracín y Maestrazgo.

Al margen de estadísticas, detrás de cada número hay una historia con final casi siempre amargo. Hace años, estos pueblos fueron el lugar de residencia de unos pocos -a veces, no tan pocos- vecinos. Ahora, son solo parte del paisaje de numerosas comarcas o, en el mejor de los casos, un punto de reencuentro con el pasado de los descendientes de aquellos que en su día dieron vida a estas localidades. Muchos de ellos son propiedad de la Administración, pero otros, de propiedad privada, incluso han salido a la venta para sacarlos del abandonoy buscarles nuevos usos.

De hecho, hay páginas especializadas que ofrecen pequeños pueblos, masías o edificios dispersos, e incluso han surgido iniciativas para repoblar algunos de estos núcleos. Es el caso deLacasta, una aldea deshabitada desde hace más de 60 años ubicada en la comarca de las Cinco Villas y dependiente del municipio de Luna, que fue comprada por un grupo de personas que ahora pretenden trasladar al pueblo a un grupo de personas para que desarrollen varios proyectos, como una granja escuela o una empresa de explotación de recursos forestales, mientras rehabilitan las dañadas edificaciones.

Lucha contra la despoblación
Para luchar contra una tendencia peligrosa que sigue amenazando a decenas de localidades también han surgido iniciativas como laAsociación contra la Despoblación en el Medio Rural, una plataforma creada para ayudar a pueblos en riesgo de quedar deshabitados.

“En invierno están llenos de casas, pero vacíos de jóvenes. Hay muchas localidades en las que todos los habitantes han pasado de los 60 años y, si nadie lo remedia, están biológicamente muertas”, indica Javier Pérez, responsable de esta asociación, que trata de poner en contacto a familias que quieran trasladarse al medio rural con pueblos en riesgo de despoblación que necesiten nuevos habitantes. De momento, ya han conseguido 'colocar' a una docena de familias en diferentes localidades de Aragón, donde regentan bares, pequeños comercios o han encontrado algún empleo.

“Cada familia que llega a uno de estos pueblos es un colegio que se salva o un servicio que se mantiene”, añade Pérez, quien analiza la situación de muchos pueblos de la región. “Cuando una localidad pierde el colegio, es el primer síntoma de que el futuro no será halagüeño”, advierte.

Los jóvenes también luchan
En los últimos años, incluso los más jóvenes han comenzado su particular batalla contra la depresión del mundo rural. De la mano de la organización Jóvenes Dinamizadores Rurales, entre 400 y 450 jóvenes participan de forma habitual en las diferentes actividades que se organizan desde los grupos de acción local y comarcas aragonesas. Estos estudiantes realizan varios encuentros cada año en los que reciben formación y participan en talleres orientados al fomento del emprendimiento social y el mantenimiento del medio rural. “El objetivo es darles formación y motivación”, explica Sara Cortés, coordinadora del proyecto: “Hay gente mayor que ya ha dejado de luchar y se ha dado por vencida, pero son las nuevas generaciones las que deben mantener vivo el medio rural”.
Leído en El Heraldo

1 comentario:

  1. Hola me llamo Katy...somos un matrimonio con 3 hijos...edades 19 16 y 11 años,estamos buscando un pueblo donde precisen una familia como la nuestra para regentar algún comercio o en la construcción para mi marido Juan Carlos...muchas gracias...mi teléfono es 657118808 o 608702502.

    ResponderEliminar