martes, 8 de noviembre de 2011

Olmeda de la Cuesta en Cuenca, subastan solares y viviendas abandonadas

El Ayuntamiento de Olmeda de la Cuesta (Cuenca) sacará a subasta varios solares a precios muy económicos para atraer población a una localidad en la que no nace nadie desde hace más de cuarenta años y que es la más envejecida de España.

Así lo ha adelantado a Efe el alcalde de este pequeño municipio conquense, situado a 55 kilómetros de la capital y a 160 de Madrid, José Luis Regacho, quien ha indicado que el objetivo es que el pueblo no desaparezca y "siga existiendo dentro de diez años".
Actualmente solo viven a diario unas quince personas, aunque hay censadas 32, dieciocho mujeres y catorce hombres, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan que esta localidad alcarreña empezó a perder población a partir de 1970.
Por ello, el consistorio se ha comprometido a limpiar los terrenos con viviendas abandonadas cedidas por antiguos propietarios que ya no residen en la localidad para después sacarlos a subasta por el mismo precio que cuesta el derribo de las casas.
Ofrecen solares de unos 150 metros por unos 2.000 euros y ya hay algunas personas interesadas, ha explicado Regacho, quien ha augurado que a finales de esta legislatura podrán tener adjudicados una decena.
El regidor ha reconocido que en su pueblo no hay oportunidades laborales porque en la comarca solamente existen pequeños cultivos de cereal o aceituna, por lo que, de momento, la única apuesta es atraer a los jóvenes los fines de semana y durante las vacaciones.
En esas fechas la población se multiplica por veinte, como este fin de semana que celebran a San Sebastián, su patrón, que ha permitido reunir a entre 400 y 500 personas.
Sin embargo, los lugareños están "encantados" con su modo de vida en el que pasan el tiempo "cogiendo aceituna", "en las labores", en la "estufa" o "viendo la televisión", explican a Efe Anastasio, Victoriano, Balbina, Natalio o Piedad que entre todos suman más de cuatro siglos.

El más anciano es Gregorio, de 89 años, quien recuerda con añoranza cómo hace cuarenta años muchos se fueron a estudiar o a trabajar a Madrid y ahora los que quedan se dedican como él a las labores del campo "mientras la salud se lo permita".

Sus vecinos enseñan con orgullo el edificio municipal de usos múltiples de más de 330 metros cuadrados con el que cuentan desde hace un año y que sirve de centro social y cultural.
El hecho de ser el municipio más envejecido del país les ha hecho "algo famosos", cuentan, mientras recuerdan que han pasado muchos años desde que se celebró en la localidad "una boda, un bautizo o una comunión".
Olmeda de la Cuesta tenía en 1991 un total de 54 personas censadas, las mismas que en 1996, mientras que en 2001 descendió hasta los 39, 42 eran en 2004 y 39 en 2006, según los datos del INE.
En 1842 había 220 hogares que se redujeron a 121 en 1900 y a 61 en 1970.
En conjunto, la provincia de Cuenca ha perdido en 2010 un total de 619 habitantes, hasta los 213.852, según las mismas fuentes.
Olmeda de la Cuesta es el municipio más envejecido de España, con un 81,3% de personas mayores de 65 años, según recoge el cuaderno "La población en España:1900-2009" elaborado por la Fundación BBVA y el Ivie.
fuente noticia eleconomiste Enero'11

lunes, 7 de noviembre de 2011

Felices en el campo

Somos 7.000 millones en el planeta, y la mitad vivimos en ciudades, una cifra que alcanzará el 60% en 2030. Pero algunos se desmarcan del rebaño y optan por volver al campo.
Son los emprendedores rurales . Y lo suyo, aunque minoritario, es tendencia. Así, según un estudio de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, seis de cada 10 personas que trabajan en el campo no nacieron en él. Su perfil predominante: hombre, con 37 años de media, abierto, resolutivo, con cierta dosis de aventurismo pero sin perder de vista la rentabilidad.
Con 58 años, Juan Vidal está en el segmento de veteranos . Madrileño del barrio de Chamberí, en 1995 se mudó a Ures (Guadalajara), con su mujer. Hoy es su ex, y vive a 800 metros en un pueblo en el que en invierno se quedan solos. Con ella creó La espelta y la sal, que vende harina, pastas alimenticias o cojines de meditación.
¿Por qué un periodista da ese paso? "La crisis de los 40", explica Vidal. "Tras un viaje por Colombia busqué un buen proyecto y me embarqué. La ciudad es un lugar inhóspito, donde muchas veces no sabes si conduces o te conducen", analiza. Entre los puntos a favor del campo cita que las tres puertas de su casa siempre están abiertas. En contra, que sus hijos no puedan tener pandilla.
Con 33 años, Amaica García, de Talavera de la Reina (Toledo), era carne de cañón para instalarse en Madrid. Allí estudió Telecos y encontró trabajo. "Pero lo descarté, por calidad de vida", zanja. Y volvió. Hoy, con un socio, está al frente de Nubbitel, que lleva el Wi-Fi a zonas aisladas. Entre lo bueno cita: "Somos una familia; en Madrid no conocía al vecino de enfrente". Por lo mismo, "has de lidiar con el Ya te lo pago".
En el Ayuntamiento de Beizama (Guipúzcoa), dan el móvil de una vecina con una referencia: "Hace quesos, ha ganado premios". Beizama tiene 183 habitantes y allí vive Idoia Leonet (39) desde 1995. Trabajaba en una oficina en Tolosa hasta que conoció a su marido. Se mudó con él al caserío y crearon Beizama Gazta. No se arrepiente, "aunque aquí no hay domingos y festivos". "Ya no se va a la ciudad, se vuelve a vivir de cosas que haces tú", asegura.

CASA Y TRABAJO PARA EL MEJOR REPOBLADOR
Compensar para repoblar. Es una vieja estrategia que ha ido variando de forma: de caravanas de mujeres a oferta de empleo y vivienda a quien se quede. En esta última modalidad encaja el anuncio del núcleo de Cabestany, en Lleida. Con sólo 14 habitantes, aspira a contar por lo menos con un mesón que sirva de aliciente para las visitas. Así, a quien se decida a llevar el negocio, le ofrecen el local y la vivienda gratis durante los cuatro años que tarde en arrancar. Los vecinos, que hace seis años decidieron construir 18 casas con precio por debajo del mercado también para atraer a repobladores, esperan que alguna familia con experiencia en el sector y con niños se deje tentar.
Para Juan Vidal, este tipo de experiencias "como las subvenciones al campo, deben estar bien planificadas si de verdad aspiran a lograr el reequilibrio demográfico".

LOS PERFILES
1. El conservacionista. Se ha informado por internet de proyectos como 'Ecoaldeas' o 'Emprender para conservar' y ha montado una granja, bodega, taller o proyecto ligado a las renovables. Cree que el campo es el lugar donde se cumplen los sueños.
2. El desencantado. "Hasta arriba de la ciudad", tras un fin de semana en el campo se pregunta cómo sería vivir allí. Si sólo huye pero no tiene claro qué quiere hacer, barreras como el aislamiento y el localismo pueden mermar su entusiasmo.
3. El exiliado. En su trabajo le destinan a un entorno rural. Se lo toma como castigo pero acaba gustándole. Filmes como 'Bienvenidos al sur/ norte' retratan a este subtipo.
4. El subvencionado. Utilitarista, se entera de una oferta para repoblar a cambio de algo y decide dar el paso.
5. El retornado. Dejó el pueblo por la ciudad pero decide desandar el camino, sobretodo si sus expectativas laborales no se ven cumplidas
Fuente ADN

jueves, 3 de noviembre de 2011

Un pueblo de Lleida ofrece vivienda y trabajo para regentar un restaurante

Los 14 vecinos de Cabestany, un pueblo de Lleida, ofrecen trabajo regentando un restaurante y casa a la familia que quiera instalarse en la localidad. Ofrecen una vivienda de 180 metros cuadrados y un local de 160 metros, totalmente gratis, a cambio de montar un restaurante. La familia que adquiera el local tendría que correr con todos los gastos de maquinaria pero el alquiler sería gratis.

La idea ha surgido de la asociación de vecinos de Cabestany, un pequeño pueblo de Lleida con tan solo 14 vecinos censados. Hace seis años los propios vecinos pusieron dinero de su bolsillo para construir 15 viviendas para atraer a nuevos habitantes, pero a causa de la crisis 10 de ellas aun siguen a la venta.

Con la puesta en marcha del restaurante esperan que Cabestany se haga conocido y atractivo para familiar jóvenes dispuestas a mudarse a esta localidad de Lleida. Los vecinos han acordado que el local y la vivienda serán gratis los cuatro primero años y luego tendrán que pagar un alquiler de 500 euros al mes.