Entre los concellos de Cerdedo y Forcarei suman una veintena de aldeas en riesgo de abandono, de las cuales un par de ellas están prácticamente deshabitadas. De este modo, ambas administraciones barajan varios proyectos para rehabilitar y acondicionar estos lugares. En el caso de Cerdedo, un grupo de alemanes están dispuestos a reformar la docena de viviendas ruinosas que forman la aldea de Fraguas, en la parroquia de Tomonde. Asimismo, el consorcio Conca do Lérez prepara un proyecto conjunto para acondicionar diversos lugares de sus cuatro municipios.
Foto: Fraguas, en la parroquia de Tomonde,
se encuentra prácticamente deshabitada. //
Bernabé/Luismy
Durante los últimas décadas, habitantes de muchas aldeas de Cerdedo y Forcarei emigraron hacia núcleos más poblados del entorno municipal, condenando a estos pequeños lugares a desaparecer. A día de hoy, esta es la situación que están viviendo varios sitios de la comarca. En concreto, entre los concellos de Cerdedo y Forcarei suman 25 aldeas en riesgo de abandono, considerando como tales a aquellas que cuentan con menos de 10 habitantes. Son nueve los lugares cerdedenses en esta situación, de los cuales uno de ellos, Fraguas en la parroquia de Tomonde, cuenta con un solo vecino entre sus despoblados caminos, según datos del censo publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2011. Por otra parte, Forcarei registra 16 aldeas al borde de la despoblación y un par de ellas desiertas, como es el caso de Grobas, que ya no aparece en el censo, o del lugar de Pereira, situado en la parroquia que lleva este mismo nombre.
Visto que los jóvenes de la comarca de Tabeirós-Montes no parecen estar muy animados a rehabilitar estos encantadores lugares y a volver a llenarlos de vida, un grupo de alemanes se encomiendan esta labor. Según informó hace poco menos de un mes el alcalde cerdedense, José Balseiros, un grupo de familias procedentes de Alemania manifestó su voluntad de repoblar la aldea de Fraguas, situada en Tomonde y una de las que más sufre la despoblación en la comarca. A través de trabajos de acondicionamiento, pretenden convertir las casas que actualmente se encuentran en estado ruinoso en sus residencias.
Un mes después, parece que su intención es firme, ya que en los últimos días un grupo de cuatro alemanes visitó el entorno de Fraguas y se citó con el alcalde para asegurarse de que todo marcha por el camino adecuado. Aprovecharon para preguntar por el plazo en el que van a poder comenzar con la labores de rehabilitación. Según afirmó ayer el propio regidor, las negociaciones van en la dirección adecuada. El primer edil tiene en su poder una lista con la totalidad de propietarios y asegura haber mantenido contacto con la mitad de ellos. "Confiamos en poder contactar, en breve, con todos los dueños y llegar a un acuerdo para no tener que proceder por las vías legales", aseguró Balseiros.
Por otra parte, el consorcio Conca do Lérez –está compuesto de los municipios de Cerdedo, Forcarei, Campo Lameiro y Cotobade– baraja un proyecto conjunto para dotar de vida las aldeas más despobladas de estos municipios. Con esta iniciativa, los ayuntamientos pretenden recuperar las viviendas deshabitadas y destinarlas a jóvenes y familias con pocos recursos. Según explicó el alcalde cerdedense, prevén reunirse en asamblea general durante la próxima semana para constituir la junta directiva y, de este modo, "poder trabajar en el desarrollo de este proyecto de forma seria y legal", manifestó.
En este caso, Cerdedo tiene previsto incorporar a la incitativa las aldeas de As Peniñas y O Milladoiro, que se encuentran en la parroquia de Parada, y una parte, la más alta, de los lugares de Filgueira y Lourido. Asimismo, Forcarei, según indicó ayer su alcaldesa, Belén Cachafeiro, baraja incorporar a este proyecto varios lugares "que están prácticamente deshabitados durante el invierno", entre los que se encuentran Trasdomonte, Ameixeiras, A Graña, San Xusto, o Ventosela. "En estas aldeas, se encuentran casas abandonadas que mantienen el aspecto que poseían hace más de medio siglo. Todas ellas están situadas en entornos de gran belleza paisajística", comentó Cahafeiro.
Cabe resaltar, que a pesar de que la intención es rehabilitar y acondicionar estas viviendas ruinosas, estas tareas se harán con sumo cuidado para respetar la apariencia que poseían hace más de medio siglo, cuando fueron construidas. Además, también se respetarán las calzadas de piedra que atraviesan sus caminos y los numerosos puentes romanos que cruzan sus ríos. De este modo la intención es devolverle la vida a estos enclaves rurales pero respetando el encanto que les aportan los muchos años que han transcurrido desde su nacimiento.
Visto que los jóvenes de la comarca de Tabeirós-Montes no parecen estar muy animados a rehabilitar estos encantadores lugares y a volver a llenarlos de vida, un grupo de alemanes se encomiendan esta labor. Según informó hace poco menos de un mes el alcalde cerdedense, José Balseiros, un grupo de familias procedentes de Alemania manifestó su voluntad de repoblar la aldea de Fraguas, situada en Tomonde y una de las que más sufre la despoblación en la comarca. A través de trabajos de acondicionamiento, pretenden convertir las casas que actualmente se encuentran en estado ruinoso en sus residencias.
Un mes después, parece que su intención es firme, ya que en los últimos días un grupo de cuatro alemanes visitó el entorno de Fraguas y se citó con el alcalde para asegurarse de que todo marcha por el camino adecuado. Aprovecharon para preguntar por el plazo en el que van a poder comenzar con la labores de rehabilitación. Según afirmó ayer el propio regidor, las negociaciones van en la dirección adecuada. El primer edil tiene en su poder una lista con la totalidad de propietarios y asegura haber mantenido contacto con la mitad de ellos. "Confiamos en poder contactar, en breve, con todos los dueños y llegar a un acuerdo para no tener que proceder por las vías legales", aseguró Balseiros.
Por otra parte, el consorcio Conca do Lérez –está compuesto de los municipios de Cerdedo, Forcarei, Campo Lameiro y Cotobade– baraja un proyecto conjunto para dotar de vida las aldeas más despobladas de estos municipios. Con esta iniciativa, los ayuntamientos pretenden recuperar las viviendas deshabitadas y destinarlas a jóvenes y familias con pocos recursos. Según explicó el alcalde cerdedense, prevén reunirse en asamblea general durante la próxima semana para constituir la junta directiva y, de este modo, "poder trabajar en el desarrollo de este proyecto de forma seria y legal", manifestó.
En este caso, Cerdedo tiene previsto incorporar a la incitativa las aldeas de As Peniñas y O Milladoiro, que se encuentran en la parroquia de Parada, y una parte, la más alta, de los lugares de Filgueira y Lourido. Asimismo, Forcarei, según indicó ayer su alcaldesa, Belén Cachafeiro, baraja incorporar a este proyecto varios lugares "que están prácticamente deshabitados durante el invierno", entre los que se encuentran Trasdomonte, Ameixeiras, A Graña, San Xusto, o Ventosela. "En estas aldeas, se encuentran casas abandonadas que mantienen el aspecto que poseían hace más de medio siglo. Todas ellas están situadas en entornos de gran belleza paisajística", comentó Cahafeiro.
Cabe resaltar, que a pesar de que la intención es rehabilitar y acondicionar estas viviendas ruinosas, estas tareas se harán con sumo cuidado para respetar la apariencia que poseían hace más de medio siglo, cuando fueron construidas. Además, también se respetarán las calzadas de piedra que atraviesan sus caminos y los numerosos puentes romanos que cruzan sus ríos. De este modo la intención es devolverle la vida a estos enclaves rurales pero respetando el encanto que les aportan los muchos años que han transcurrido desde su nacimiento.
Grobas, el abandono de un paraje bucólico
El lugar de Grobas, situado en la parroquia forcaricense de Millarada, lleva más de 50 años deshabitado. Hace más de medio siglo que sus calles no son testigos de los juegos de los niños y de las conversaciones de los adultos. Alrededor de 1960, este lugar que creció durante la guerra civil en las inmediaciones de unas minas de estaño y wolframio, perdió por completo su actividad. La inaccesibilidad al pueblo, que no contaba con caminos que lo unieran a otros núcleos, y la intransitabilidad de sus senderos provocaron que todo los vecinos emigraran a otros lugares más cómodos, pero quizá no más bellos, ya que está enmarcado en un paraje bucólico de la Serra do Candán.
A pesar de que sus habitantes, mantenían un nivel de vida superior a las aldeas del entono por la comercialización del estaño, el depender de un animal como método de transporte provocó la marcha masiva de todos ellos. En la actualidad, este mismo motivo hace que muy pocos conozcan este idílico e inaccesible lugar.
El lugar de Grobas, situado en la parroquia forcaricense de Millarada, lleva más de 50 años deshabitado. Hace más de medio siglo que sus calles no son testigos de los juegos de los niños y de las conversaciones de los adultos. Alrededor de 1960, este lugar que creció durante la guerra civil en las inmediaciones de unas minas de estaño y wolframio, perdió por completo su actividad. La inaccesibilidad al pueblo, que no contaba con caminos que lo unieran a otros núcleos, y la intransitabilidad de sus senderos provocaron que todo los vecinos emigraran a otros lugares más cómodos, pero quizá no más bellos, ya que está enmarcado en un paraje bucólico de la Serra do Candán.
A pesar de que sus habitantes, mantenían un nivel de vida superior a las aldeas del entono por la comercialización del estaño, el depender de un animal como método de transporte provocó la marcha masiva de todos ellos. En la actualidad, este mismo motivo hace que muy pocos conozcan este idílico e inaccesible lugar.
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